En una partida de ajedrez, una psicoterapeuta le pregunta: "Qué le ha llevado a hacer este movimiento?" "Bueno, quería comerme la torre", contesta usted. Ella seguirá formulándole preguntas para hallar la supuesta causa psicológica de dicho movimiento y quizás usted termine por contarle toda la historia de su vida para satisfacer sus suposiciones. Una teoría psicológica que tuvo gran predicamento y que en la actualidad es objeto de críticas feroces sugeriría que su comportamiento agresivo (la pretensión de comerse la torre) es fruto de alguna frustración del pasado.
Un psicoanalista le formula la misma pregunta. Cuando usted contesta: "Bueno, quería comerme la torre", él agregará: "Muy interesante. Ahora dígame qué le ha obligado a hacer este movimiento?". Es posible que vuelva a sonsacarle toda la historia de su vida.
Una psiquiatra también le pregunta: "Qué le ha hecho hacer este movimiento?" Y usted vuelve a responder: "Bueno, quería comerme la torre". Entonces la psiquiatra consulta la última edición de su Manual de estadística y diagnóstico hasta que encuentra el trastorno de personalidad que más se ajusta a los síntomas que usted presenta.
En cambio, un consejero filosófico le preguntaría: "Qué sentido, propósito o valor tiene este movimiento para usted en este momento?" "Qué relación guarda con su siguiente movimiento?" "Cómo describiría usted su posición general en esta partida y cómo cree que podría mejorarla?".
Lou Marinoff.
lunes, 30 de abril de 2007
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